Caer para levantarse

Tres meses después de que se produjera una, o probablemente la imagen más espeluznate del año en el mundo del baloncesto americano, la terrorífica lesión de Da Sean Butler, ex jugador de West Virgina, ha salido a la luz un reportaje en el cual, este genial jugador es entrevistado y grabado en su lenta y durísima recuperación.

Mis compañeros de Basketamericano ya publicaron esta noticia días atrás. Por eso me motiva publicar unas líneas en honor a este genial jugador.

No debe ser nada fácil que un deportista tan joven, pase de la gloria al infierno en cuestión de segundos. De estar jugando una Final Four de la NCAA, de estar en las primeras posiciones en muchos mocks, y de ser uno de los mejores jugadores exteriores de todo el basket universitario en USA esta temporada, ha pasado a probar las mieles mas amargas de un deportista. Y si ya es duro lesionarse una rodilla, más duro es destrozársela por completo, hasta el punto de que los médicos cuestionan que pueda volver a practicar este deporte. Aunque parece que la recuperación está yendo bastante bien. Para la gente que no lo sepa, Butler se rompió tres de los cuatro ligamentos de la rodilla, además de varias fracturas óseas y un esguince, todo dentro de esa maltrecha rodilla izquierda que, en estos momentos sigue sin saberse realmente si

Lo que resulta más conmovedor, importante, y positivo de todo esto, es que Da Sean Butler vuelve a sonreir. Eso es lo más sintomático de todo. Y es que después de tanto dolor y sufrimiento físico que ha tenido que padecer, después de que el destino haya sido tan cruel con él, es congratulante ver esa fuerza, sobre todo la fuerza de voluntad por seguir creyendo y haciendo lo que verdaderamente ama.

Esperemos que, a partir de ahora, el destino solo le depare buenos presagios en su recuperación, y lo podamos ver con los profesionales, que es donde debe estar. De partida, una posición en el Draft, estando la cosa como está, tampoco parece mala.

Good Luck Montaineer