lunes, 31 de mayo de 2010

Messina ¿Que pasa?

Dudar de la sabiduría baloncestística de todo una institución como Ettore Messina, a estas alturas de la vida sería algo ciertamente absurdo. Más que nada, viendo todo lo que ha ganado; ligas italianas, euroligas, ligas rusas, y los equipos con los cuales ha hecho todo esto; Virtus -o la antigua Kinder-, Benetton de Treviso, y por supuesto CSK. Y como ha hecho crecer a infinidad de jugadores a su lado. Smodis, Ginobili, David Andersen, o Jaric, son algunos ejemplos de jugadores que han triunfado a su lado. Evidentemente Ettore tiene un gran mérito sobre de la evolución de estos chicos, que hoy ya están totalmente consagrados en el baloncesto a nivel mundial.
Este año Messina decidió dar un salto cualitativo a su brillante carrera como entrenador firmando por un club español para intentar reinar en la la liga más dura de europa con diferencia, que es la ACB. Y con la vuelta de Florentino Pérez, la sección de baloncesto del Real Madrid ha confeccionado toda una señora plantilla, partiendo del ya mencionado Messina, y con enormes jugadores que han triunfado en otros equipos y otras ligas, para intentar devolver a este club a la cima de la liga española y sobre todo, europea. Cima que ahora es pertenece al Barça, que en estos momentos juega en otra categoría diferente a los demás equipos de la ACB y, probablemente de Europa. Como así ha quedado corroborado a día de hoy, aunque evidentemente todavía tenemos que saber quien será campeón de liga este año.

Este Madrid (a medio hacer) ha mostrado muchas caras, -buenas y malas- a la hora de encarar los partidos durante toda la temporada. Y es algo realmente preocupante. Puesto que en este equipo se ven situaciones muy raras. Jugadores que jugaban muchos minutos ahora han pasado a no jugar nada, como el caso de Kaukenas, que de ser un fijo en los esquemas de Messina, en este últimos meses ha pasado inarvertido en el club merengue. Y algo parecido pasa con Velikovic que, tras un gran arranque de año, luego ha ido perdiendo protagonismo en la dinámica del equipo, y últimamente parece que ha vuelto a coger protagonismo. Protagonismo que, en mi opinión nunca debió perder. Por eso lo que más choca, es esta especie de no tener claro ( en parte lógico) o de interrumpir el ritmo de juego de algunos de sus jugadores. Un mar de dudas parece que planea sobre la cabeza de este genio italiano. Que se ha dado cuenta que la liga ACB es una competición extremadamente dura y competitiva a todos los efectos. Y muchas ocasiones parece, y digo parece, algo perdido.

Mención a parte merece Sergi Vidal, que era en principio una baza interesantísima y fundamental para la posición de 3. Pero que desde el principio se veía que por algún motivo Messina y vidal no se entendían en su manera de afrontar este reto, o directamente Ettore no veía y sigue sin ver en Sergi ese 3 puro que él quería para su equipo. Pero si algo tenemos claro todos los que hemos visto a Vidal estes años en Baskonia, es que es un jugador que goza de un carácter competitivo impresionante, y lo mejor de todo es que lo sabe transmitir a sus compañeros. Aunque desgraciadamente este año, por falta de oportuidades no lo está pudiendo domostrar. Pero Ettore es un tipo inteligente que, en el fondo sabe lo que hace, y pienso que al final se va a acabar entendiendo con Sergi a las mil maravillas. Hay que darle tiempo, que duda cabe, y en eso los espectadores solemos ser bastante injustos.

Si algo está claro, es que esta plantilla del Madrid tiene todos los visos de que en un futuro no muy lejano puede empezar a ganar títulos como churros. Y parece que ha encontrado en Ante Tomic ese pivot interior que buscaba desde hace mucho tiempo. Y si a eso le añadimos el espectacular estado de forma de Llull, jugando en su posición natural que es la de escolta, la cosa solo puede ir para arriba. Como se pudo ver en el trecer partido de semifinales este pasado miércoles contra el Caja Laboral. Decisivo en los momentos más importantes, demostrando que tiene madera de líder, y que no le tiembla el pulso bajo ninguna circunstancia. Con esto el futuro del Real Madrid tiene que ser positivo si o si. Pero mientras tanto Messina debe encontrar la fórmula para hacer, ya no un equipo competitivo, que ha demostrado serlo, sino, más bien un equipo que sea regularmente competitivo en su juego. Esa es la clave.

domingo, 30 de mayo de 2010

El enésimo duelo


Que mejor manera que comenzar un blog que hablando de la enésima final NBA entre Lakers y Celtics. Hablando de dos de los equipos actuales de la NBA que mejor juegan a esto. Y que después de un año de transición se vuelven a ver las caras en la lucha por el anillo. Pero esta vez con el factor cancha a favor del equipo angelino.
Quien nos iba a decir que después de una temporada tan irregular, de tantos altibajos en la franquicia verde, los tendríamos peleando este año por su décimo octavo título de campeones. De la mano de un extraordinario Paul Pierce que, cada año que pasa juega a mejor nivel y demuestra que es probablemente el mejor 3 puro de la NBA. Con un Rajon Rando cada vez más consolidado como uno de los mejores bases de la liga, jugando sin complejos, dominando con una insultante inteligencia que no muchos bases tienen. Y con un incansable, un incombustible Rasheed wallace (ex Bad Boy), que de esto sabe algo, y puede ser una pieza fundamental si los Celtics se quieren llevar la corona. Sobre todo defensivamente, y tambien como creador de juego para sus compañeros, faceta donde siempre ha destacado por su generosidad, y su fantástica lectura de movimientos. Si, ya sabemos que es un equipo de veteranos, que a veces dan la sensación de estar oxidados y faltos de fondo físico, y otras veces parece que que dominan los partidos a su antojo. Así son estos Celtics. Que pese a lo que se haya dicho, están ahí por méritos propios, ventilándose a los "todopoderos" Cavs de Lebron, y a los "invencibles Magic".
Pero ahora llegó el momento de enfrentarse a los Lakers. A ese equipo que siempre deja algunas dudas en su juego, pero al final acaban destrozando a todo el que se ponga por delante.
Tres finales en los últimos tres años es el balance de la franquicia angelina desde que cuenta en sus filas con Pau Gasol. Y desde mi punto de vista y, mirando a la final de hace dos temporadas, lo mejor que le pudo haber pasado a los Lakers fue no ganar el anillo contra los que desde el jueves volverán a ser sus rivales en la lucha por el título.
Desde aquella derrota en las finales no han parado de crecer como equipo en estos dos últimos años. No obstante son los vigentes campeones de liga y teróricos favoritos para el título. Con un Gasol que es probablemente el pivot más dominador que existe actualmente en el planeta, por fundamentos técnicos, por físico, por lectura del juego, y por una mentalidad terriblemente ganadora, incluso ha mejorado ostensiblemente a nivel defensivo y, ya ha dejado de ser ese jugador blandito que muchos decían. Pero al margen de eso, es una delicia ver el talento que atesora y al mismo tiempo como hace partífices a sus compañeros de todo estas características de las que goza el bueno de Pau. Algo en lo que se parece bastante a Lamar Odom, jugando a base de cabeza, sabiendo lo que hay que hacer en todo momento, haciendo todo lo que necesita el equipo según las circunstancias de los partidos. Y algo muy significativo, estos dos jugadores sobre todo, hacen que Ron Artest, que pese a que no es un jugador que me entusiasme mucho, sea hoy en día, un jugador bastante más inteligente y capaz de aportar muchas cosas al juego de su equipo. (los intangibles tambien cuentan). ¡Y que bien le viene eso a Lakers!, puesto que había dudas sobre su rendimiento, pero sobre todo había muchas dudas sobre su cabecita loca, esa cabecita que siempre le ha jugado muy malas pasadas. Pero ahora parece que está mucho más centrado. Aunque es un jugador que sigue sin convencerme en exceso. Pero no le voy a quitar méritos por ello.
Y... ¿Kobe? ¿quien va a parar al mejor jugador del planeta?. Ahora mismo está a un nivel estratosférico, juega a otro nivel diferente del resto. Domina el juego a su antojo, y sin querer quitarle ningún mérito a su equipo, es evidente que este jugador es el factor principal y más importante en los resultados de LA. Aunque otro día hablaré largo y tendido de lo mucho que ha mejorado Kobe desde que tiene a su lado a Pau. Sea como sea, a estas alturas de la vida solo esperamos que ambos equipos cumplan las expectativas y nos deleiten con una grandísima final. La final que los grandes aficionados al basket queremos. Igualdad, lucha, calidad, intensidad... en fin los ingredientes típicos de una final, los ingredientes que siempre han tenido un Lakers-Celtics.