viernes, 8 de abril de 2011

Ganando a las adversidades


Si a principio de año nos cuentan que el Real Madrid iba a estar jugando la Final Four de Barcelona, y por contra, en ese torneo no estaría el Barça casi ni nos lo hubiésemos creído. El caso es que quince años depués de jugar la última F4, el conjunto madridista estará otra vez entre los cuatro mejores clubes de Europa, en un año que se les había cuestionado muy mucho, una plantilla, una institución constantemente criticada por el mal juego, y por la ausencia de títulos en los últimos años. Pero este Madrid se ha crecido en los momentos más decisivos, y ha conseguido dejar en la cuneta a otro equipo español, Power Electronics Valencia, en cinco partidos, viviendo una eliminatoria seguramente para el recuero, por el buen juego reinante, y por la emoción que han generado esos cinco enfrentamientos de cuartos de final de Euroliga. Con una caja mágica que ayer se llenó completamente por primera vez desde que el club banco juega de forma oficial en esa cancha.

Nada que reprochar a los chicos de Svetislav Pesic. Lo han dado todo hasta el final, quizá le ha faltado un punto más de decisión en ataque en los momentos finales. Pero quizá ahora sea muy fácil hablar de estas cosas, por eso tampoco voy a hace mucho hincapié. La temporada de los valencianos está siendo espectacular, tanto en resultados como en calidad como equipo. Un conjunto que enamora, y eso que, por poner algún "pero" le falta un pivot de calidad bajo los aros para crear juego. Aún con todo, pueden llegar muy lejos en los play offs de la ACB.

Barça y Baskonia se han quedado, -para sorpresa de muchos-, a las puertas de un acontecimieto obligado para ellos. El CJL dejó escapar su eliminatoria después de vencer el primer partido, exactamente igual que el Regal Barcelona. Siempre nos solemos fiar de las estadísticas, y como se suele decir, éstas están para romperse. Eso de que el equipo que gana el primer partido es el que suele llevarse la eliminatoria ha quedado demostrado que es otra gran mentira que este deporte trata de demostrar. Así se ha corroborado en estos cuartos de final.

A veces, subestimamos a los rivales, y no hay que olvidar que en nuestro continente juegan grandísimos clubes, con una historia pasmosa, Panathinaikos que dejó con la miel en los labios a los culés, jugarán su enésima final a cuatro, un club que ha conquistado cinco euroligas desde el año 96 hasta el 2009, y que este año, posiblemente llegue como máximo favorito al título continental. Le tocará medirse al Montepaschi Siena, que ni muchísimo menos entraba en los pronósticos para esta temporada. Luego de hacer el ridículo en el primer partido de cuartos ante el Olympiacos, el cual perdieron por 89-41, los chicos dirigidos por Simone Pianigiani supieron aprender de todos los errores cometidos en ese primer encuentro para darle la vuelta a la eliminatoria y llevarse los tres siguientes partidos. Los italianos se meten en su cuarta fase final después de haberlo conseguido en 2003, 2004 y 2008. Este año no reinaba mucho optimismo en el club transalpino tras abandonar sus filas jugadores de la talla de McIntyre, Romain Sato, dos pilares fundamentales en los que se había sustentado este equipo en años anteriores.

El último equipo en discordia (que no por ello menos importante) será el Macabi de Tel Aviv. Otro conjunto histórico ya, y si bien es cierto que no han mostrado un gran juego en estos últimos años, sus resultados en competición europea no deja lugar a dudas de que son uno de los grandes de los últimos diez años. Ojo porque uno de sus máximos valuartes, Doron Perkins está lesionado y no podrá estar disponible para jugar en el Olimpico de Badalona. Una baja importante para David Blatt que tendrá que enfrentarse al Real Madrid sin este eléctrico base anotador, que tanto daño hace en 1vs1. Eso sí, se comenta que los aficionados macabeos han adquirido el 70% de las entradas para este acontecimiento, un deporte que para ellos es como una religión, que ya es mucho decir.

Esperemos que el Madrid nos brinde un gran torneo y puede llevarse a sus vitrinas su noveno entorchado europeo. Parte de este éxito también es de don Ettore Messina, él dejó las bases de lo que debería ser este equipo, y solo con la buena actitud de los jugadores han llegado a donde ha llegado. Lele Molín no ha hecho nada revolucionario en favor del equipo. El estilo gustará más o menos, pero no se ha tocado nada de lo realizado por Messina.

Saludos

martes, 5 de abril de 2011

Y la cenicienta volvió a despertar de su sueño


Un año después de haber conquistado a todos los fans de la NCAA con su maravilloso juego de equipo, los Butler Bulldogs se presentaron este pasado fin de semana en su segunda final four consecutiva. Si el año pasado ya fue una grata sorpresa su llegada al torneo final, este año lo fue todavía más, puesto que en sus filas ya no contaban con su gran figura, Gordon Hayward. Pero el inmenso trabajo desde el banquillo por parte de el joven entrenador Brad Stevens ha vuelto a relucir en este mes de Marzo, indiscutiblemente su universidad no ha rivalidado ese subcampeonato por casualidad.

En semifinales se enfrentaron a la también modesta universidad de Virginia Commonwealth, que partía con el seed 12 en el Madness. Los derrotaron no sin dificultades en los últimos minutos, con un auténtico partidazo de Shelvin Mack, el cual acabó con 24 puntos con un enorme acierto en el tiro de tres. Y también gracias al trabajo incansable del fajador Matt Howard, un pivot pequeño, y con poco talento, pero que gusta de ver gracias a su carácter siempre luchador y competitivo.

En su camino se ha vuelto a cruzar una potente universidad, si el año pasado fue Duke, este año era el turno de Connecticut. Los campeones de 2004 realizaron un formidable mes de marzo, en gran medida gracias al que con seguridad será el mejor jugador del año, Kemba Walker, un pequeño base eléctrico, gran anotador, buen tirador, pero que todavía le cuesta ser un base constructor de juego. Para acceder a la final 2011 tuvieron que sudar sangre tras derrotar en la segunda semifinal a los Kentucky Wildcats del maestro John Calipari, por tan solo un punto, 56-55.

Ambas universidades finalistas no hicieron una gran temporada antes de llegar la locura del MM. Pero esta es la magia de esta competición. Para lo bueno y lo malo. Mostraron muchísimos altibajos en su juego durante meses, y llegado el momento de la verdad han sabido sacar las garras y definir con mucho acierto en los partidos del todo o nada.

La final de esta pasada noche no pasará a la historia por su brillantez en el juego, fue un partido malo técnicamente, muchos fallos, mucha imprecisiónes, juego tosco, y lleno de nerviosismo, aunque una primera mitad bastante igualada. La reanudación simplemente fue poco menos que un paseo para los Huskies dirigidos magistralmente desde el banco por el veterano Jim Calhoun, que le ha dado a UCON el tercer campeonato nacional de su historia.

Los Bulldogs fueron borrados de la final con un 18 % de tiros, el peor récord en la historia de las finales universitarias. Un motivo para no sentirse precisamente orgulloso de la actuación de los chicos de Stevens en la noche de ayer. Pero desde luego, la hazaña de haber convertido a tal cenicienta en subcampeones durante dos temporadas consecutivas hará que estos chicos ya formen positivamente parte de la leyenda de esta liga. Sueños imborrables de unas noches locas, que serán muy difíciles de repetir, en una universidad tan sumamente modesta. Historia viva.

Saludos