viernes, 9 de julio de 2010

The Big Three- Versión 2.0


Posiblemente ha sido la mayor dosis de egocentrismo de la historia de un jugador de la NBA y no sé si del deporte en general. Que un jugador tan mediático como Lebron se dedique durante varias semanas a ofrecer un lamentable Reality sobre su futuro deportivo no hace más que dar la razón a todas esas personas que creen que LJ sigue pensando más en el marketing, en su popularidad y, en todo lo que rodea a la NBA en cuanto a mediatización, por encima de lo estrictamente deportivo. El problema de Lebron no es que sea mejor o peor jugador. Para ser un gran jugador, no solo basta con domostrarlo individualmente, este es un deporte de equipo, y por consiguiente lo primordial es saber hacer a tú equipo ganador. Si bien es cierto que siempre necesitas buenos jugadores al rededor. Y Cleveland los ha tenido, no sé si mejores jugadores que otros equipos, pero a fin de cuentas un equipo total y absolutamente ganador en temporada regular. Ha quedado demostrado en estes últimos años.

La decisión de Lebron de hacer un cambio de rumbo a su carrera, e irse vía Florida para jugar al lado de su amigo Wade, junto con la otra gran incorporación a la plantilla que es Chris Bosh es debatible, pero no creo que sea criticable. Es difícil tomar una decisión que puede condicionar su carrera, para bien o para mal. Este tipo de situaciones tarde o temprano les puede llegar a cualquier juagdor franquicia. De echo a ocurrido en muchos casos.

A Shaq, luego de jugar una final NBA con los Magic en el 95 y estar varios años dando el "Do de pecho" para esa franquicia le llegó la oportunidad de triunfar para una gran franquicia como los Lakers, el resultado todos los sabemos.
Hakeem "The Dream", por el contrario permaneció en la filas de los Rockets hasta casi las últimas temporadas de su carrera. Sufrió en sus carnes la dictadura en el Oeste de los "Lakes del Sow Time" o el dominio en la liga de los emergentes Bulls de principios de los 90. Pero supo aprovechar su oportunidad en las temporadas 93/94 y 94/95. Y así se podrían citar infinidad de casos ocurridos a lo largo de las décadas que componen las historia de la NBA.

El caso es que Lebron y el ala pivot all star Chris Bosh han decidido firmar por los Heat volviendo a llenar de ilusión a la franquicia de Miami ganadora del anillo bajo la batuta de Wade y Shaq en 2006. Y desde el minuto cero ya están dentro de todas las quinielas para hacerse con el título que defenderán por segundo año consecutivo los Lakers.

Reunir varias estrellas dentro de un mismo equipo no necesariamente hace a dicho equipo ni favorito, ni ganador. La mano del entrenador en este caso influye mucho, que se lo pregunten a Doc Rivers con su Big Three. Claro que ese trío de los Cetics son más maduros en todos los aspectos comparándolos con este nuevo trío de ases que, deberán demostrar que pueden hacer un equipo ganador sin paliativos, y asi disipar todas las dudad de escépticos como yo que creen en el trabajo de equipo por encima del individual.

Por cierto, que tras todo lo ocurrido esta semana, el señor Pat Riley ha decidido que él será el entrenador nuevamente la temporada pasada. Es una buena noticia, pero no deja de ser una clara actitud de oportunismo de llevarse todo el futuro mérito.

Veremos si el tiempo le da la razón, pero a algunos de estos jugadores se les acaba el crédito por demostrar todo lo que se lleva hablado de ellos desde que irrumpieron en la liga norteamericana allá por el verano de 2003.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo en lo que dice el artículo. Buen artículo jaco.

    Nos vamos leyendo!! Saludos!!

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