Encontrando el camino

Mientras unos equipos se están reforzando con tremenda notoriedad, -ejemplo los Heat, o los Bulls- otros acaban completa y definitivamente desmantelados con la finalización de contratos y traspasos. Como es el Caso de los Wolves o los Jazz. Y precisamente estes dos equipos han sido protagonistas de otro gran movimiento de este verano. El traspaso de "Big" Al Jefferson vía Utah a cambio de Kosta Koufos y un par de rondas a Minnesota.

Se podría considerar poco menos que un regalo. De hecho es un regalo en toda regla a la franquicia mormona, que no andaba precisamente muy contenta con la marcha de Korver y Boozer a Chicago, y una que hemos conocido en las úktimas horas, la de Ronnie Brewer tambien a los Bulls.

La llegada de Jefferson a Utah es una bolsa de oxígeno hacia los chicos de Jerry Sloan. Sobre todo a su líder natural, Deron Williamas, que viendo lo que estaba pasando dentro de su equipo no debía estar precisamente contento. Pero desde luego la marcha de Boozer es algo que no cogía a nadie se sorpresa. Ya estuvo a punto de hacerlo la temporada pasada, y dijo que la 09/10 sería su última estacia en Salt Lake.

Así pues, el bueno de Al jugará en su trecer equipo desde que es profesional de este deporte. Desde que el gran Doc Rivers lo descubriera en los Celtics y, explotara como jugador, justo un año antes de la formación del Big Three. En esa temporada 06/07 demostró tener unos enormes fundamentos técnicos impropios de un pivot de hoy en día. Dominado el poste bajo con unos movimientos de pies que recordaban -salvando las distancias- a Hakeem Olajuwon. Evidentemente esto le va a dar mucha calidad en el juego interior al equipo de Sloan. La marcha de Carlos Boozer a Chicago ha hecho daño, pero esta temporada venidera tiene y debe ser la temporada en la que definitivamente Jerry ponga toda su confianza en Paul Millsap, un chico de mucho talento, buen físico y muy buen lector de juego que ha tenido momentos durante la temporada pasada realmente espectaculares pese a sus 2.03. Y ya se empieza a hacer especulaciones de quienes serán los pivots titulares. Okur es un jugador que normalmente funciona a base de rachas. Tiene muchos altibajos durante el año, y es una madre defensivamente. Pero es muy bueno para desatascar el juego en ataque, tiene gran facilidad para anotar. De Millsap decir que cuando recibe un buen puñado de minutos siempre responde, y en todas las facetas del juego además. Pero lo que si parece claro es que Jefferson si va a ser un referente interior en este equipo y, espero que muchos años, puesto que es un pivot joven de 25 años, y que sigue buscando acomodo en la liga, quiere encontrar ese equipo que le de estabilidad en el juego idividual y colectivo. Y desde luego jugar al lado de uno de los mejores bases de la NBA actual como es Deron Williams es todo un lujo para él, y estoy seguro que con su calidad y su humildad sabrá sacar provecho de su cambio de aires. Por lo pronto, ha pasado a estar en uno de los peores equipos de la liga por balance de victorias/derrotas a llegar a una franquicia con obligaciones por estar en post temporada.

The Big Three- Versión 2.0

Posiblemente ha sido la mayor dosis de egocentrismo de la historia de un jugador de la NBA y no sé si del deporte en general. Que un jugador tan mediático como Lebron se dedique durante varias semanas a ofrecer un lamentable Reality sobre su futuro deportivo no hace más que dar la razón a todas esas personas que creen que LJ sigue pensando más en el marketing, en su popularidad y, en todo lo que rodea a la NBA en cuanto a mediatización, por encima de lo estrictamente deportivo. El problema de Lebron no es que sea mejor o peor jugador. Para ser un gran jugador, no solo basta con domostrarlo individualmente, este es un deporte de equipo, y por consiguiente lo primordial es saber hacer a tú equipo ganador. Si bien es cierto que siempre necesitas buenos jugadores al rededor. Y Cleveland los ha tenido, no sé si mejores jugadores que otros equipos, pero a fin de cuentas un equipo total y absolutamente ganador en temporada regular. Ha quedado demostrado en estes últimos años.

La decisión de Lebron de hacer un cambio de rumbo a su carrera, e irse vía Florida para jugar al lado de su amigo Wade, junto con la otra gran incorporación a la plantilla que es Chris Bosh es debatible, pero no creo que sea criticable. Es difícil tomar una decisión que puede condicionar su carrera, para bien o para mal. Este tipo de situaciones tarde o temprano les puede llegar a cualquier juagdor franquicia. De echo a ocurrido en muchos casos.

A Shaq, luego de jugar una final NBA con los Magic en el 95 y estar varios años dando el "Do de pecho" para esa franquicia le llegó la oportunidad de triunfar para una gran franquicia como los Lakers, el resultado todos los sabemos.

Hakeem "The Dream", por el contrario permaneció en la filas de los Rockets hasta casi las últimas temporadas de su carrera. Sufrió en sus carnes la dictadura en el Oeste de los "Lakes del Sow Time" o el dominio en la liga de los emergentes Bulls de principios de los 90. Pero supo aprovechar su oportunidad en las temporadas 93/94 y 94/95. Y así se podrían citar infinidad de casos ocurridos a lo largo de las décadas que componen las historia de la NBA.

El caso es que Lebron y el ala pivot all star Chris Bosh han decidido firmar por los Heat volviendo a llenar de ilusión a la franquicia de Miami ganadora del anillo bajo la batuta de Wade y Shaq en 2006. Y desde el minuto cero ya están dentro de todas las quinielas para hacerse con el título que defenderán por segundo año consecutivo los Lakers.

Reunir varias estrellas dentro de un mismo equipo no necesariamente hace a dicho equipo ni favorito, ni ganador. La mano del entrenador en este caso influye mucho, que se lo pregunten a Doc Rivers con su Big Three. Claro que ese trío de los Cetics son más maduros en todos los aspectos comparándolos con este nuevo trío de ases que, deberán demostrar que pueden hacer un equipo ganador sin paliativos, y asi disipar todas las dudad de escépticos como yo que creen en el trabajo de equipo por encima del individual.

Por cierto, que tras todo lo ocurrido esta semana, el señor Pat Riley ha decidido que él será el entrenador nuevamente la temporada pasada. Es una buena noticia, pero no deja de ser una clara actitud de oportunismo de llevarse todo el futuro mérito.

Veremos si el tiempo le da la razón, pero a algunos de estos jugadores se les acaba el crédito por demostrar todo lo que se lleva hablado de ellos desde que irrumpieron en la liga norteamericana allá por el verano de 2003.

Que el baloncesto FIBA siempre se ha ido amoldando a las reglas NBA no es ninguna sorpresa. Línea de tres, posesión de 24 segundos, partidos divididos en cuatro periodos, y muchas más pequeñas normas que se han implantado con el paso del tiempo.

Esto no quiere decir que sea malo, todo lo contrario. Por eso la FIBA ha aprobado una nueva reglamentación que entrará en vigor el uno de Octubre de este mismo año, y en ese nuevo reglamento se ha acordado retrasar la línea de tres, que pasaría de la los actuales 6,25 a 6,75, aumentando la distancia en medio metro. Realmente no se si se va a notar mucho la diferencia, yo pienso que no, aunque evidentemente debemos esperar a verla funcionar para saberlo a ciencia cierta.

Otra modificación que nos va a llamar mucho la atención estéticamente, sin bien no será tan determinante, será el nuevo diseño de las zonas, pasando a ser básicamente del mismo estilo que la NBA, un rectángulo en vez de la bombilla de toda la vida. Tambien se modificará la norma de las posesiones tras falta o cualquier infracción. Cuando se dicha infracción, siempre y cuando resten menos de catorce segundos de posesión, se volverá a subir el reloj a esos catorce segundos, en vez de los veinticuatro actuales. Exacatamente igual que en USA.

Con estes cambios, la FIBA y la NBA siguen en el camino de ir acercando posturas sobre un solo modelo de baloncesto global, sobre todo pensando en que cuando haya competiciones internacionales donde participe EEUU no se usen dos tipos de reglamentos, en los que los americanos suelen salir beneficiados, sobre todo cuando el que hay que respetar es el FIBA, algo que no se ha hecho jamás.